miércoles, 9 de junio de 2010

Crítica del concierto de No Reply


Rondaban las diez y media de la noche cuando los componentes de No Reply, impecablemente vestidos, aparecen sobre el escenario. De espaldas y con la confianza que les da tocar en una sala amiga como es la Malandar en Sevilla, comienzan su show. Y lo hacen con una intro que lleva al tema Bag Eater de su primer, y por ahora, único disco, Drunkology. El público se mueve y no lo dejará de hacer en toda la noche, el concierto es una fiesta y Alex no para de agradecer la presencia de los asistentes; y no es de extrañar, es un día competido porque a unos cuantos metros Fito & Fitipaldis dan su propio concierto.

Prosiguió el recital con Don’t get around much anymore/ Just you, just me después de una divertidísima versión de la canción del Rey Louie de El libro de la selva de Disney. El calor empezaba a hacer mella en los integrantes del grupo que, uno a uno, empezaban a despojarse de sus chaquetas y llegó la hora del tema de inicio del Inspector Gadget, una adaptación llevada al ska. La gente disfrutaba de todas y cada una de las melodías que No Reply regalaba para sus oídos y sus cuerpos, pero Alex pide que la temperatura que ellos están sufriendo sea algo más por la cercanía del público que allí se dio cita, la sala acepta sin ningún problema y todo el auditorio da ese “pasito” que se pidió. Inmediatamente después comienzan a sonar las notas de Dick Crazy y todo el auditorio se pone a bailar y a cantar, ahora sí, más cerca del escenario.

Tras tocar la popular canción Just a Gigoló y disfrutar de su puesta en escena, Alex presenta a todos los componentes del grupo, aquí llego la nota emotiva de la noche porque al dar paso a Fernando, Alex explica que es uno de los últimos conciertos y, tras un bonito abrazo, prosiguen con Bad Joke y con lo que ya es una tradición cuando vienen a tocar a la sala sevillana, unos chupitos cortesía del dueño de Malandar y con su brindis correspondiente.

En lo que vino a ser la última parte del concierto comenzaron con un Medley de canciones entre la que se encontraba el fragmento de la Cantina de La Guerra de Las Galaxias y que tras tocar fragmento a fragmento el grupo se reunía para deliberar cual sería la siguiente pieza. Para terminar deleitaron al también sudoroso público con sus Man on the roof, su versión del Tu vo fa L’americano; Walls y Bubamara, esta última especialmente rápida al final.

En definitiva un concierto de los más divertidos de los que se puede disfrutar por España y con los que el cuerpo no para de moverse, ya que el set-list está elegido para pasar un muy buen rato y si ocurre como en Sevilla, no dejar de sudar.

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