La concentración de Uri Caine

Texto e imágenes por Mila Rodríguez Medina

Ayer comenzó en el Teatro Alameda el 13º Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla con la actuación del pianista Uri Caine. En un escenario solitario, con piano Steinway en el centro y sólo adornado por luces de colores que modificaban el negro absoluto de la escena. Uri Caine se presenta ante el teatro y, sin apenas saludar, se sienta en su atípica silla del piano y comienza un repertorio por sus mejores temas y variaciones a lo largo de hora y media.

j

h

Su interpretación fue un alarde de concentración, sólo interrumpida por los escasos segundos de aplausos que el pianista otorgaba entre tema y tema. Ofreció una visión muy personal de las grandes obras de la música clásica, desde Bach a músicos del siglo XX, pasando por Mozart y Mahler.

a

Fue un concierto del jazz más intelectual, con temas en círculo que nunca perdían de vista la idea central pero que se dejaban llevar por la herencia más directa de los grandes del jazz. El oído tenía que estar permanentemente despierto y, en los momentos más inesperados, surgía otra nueva referencia a los nombres más importantes de la historia de la música.

a

En definitiva, Uri Caine no defraudó a su público, que llenó los asientos del Teatro Alameda y obligó al pianista a escuchar todos los aplausos que se habían guardado durante su intensa y concentrada interpretación.