Solo decir que la falta de tiempo ha hecho que este blog muera.
De todas formas la música siempre estará ahí...
Rondaban las diez y media de la noche cuando los componentes de No Reply, impecablemente vestidos, aparecen sobre el escenario. De espaldas y con la confianza que les da tocar en una sala amiga como es la Malandar en Sevilla, comienzan su show. Y lo hacen con una intro que lleva al tema Bag Eater de su primer, y por ahora, único disco, Drunkology. El público se mueve y no lo dejará de hacer en toda la noche, el concierto es una fiesta y Alex no para de agradecer la presencia de los asistentes; y no es de extrañar, es un día competido porque a unos cuantos metros Fito & Fitipaldis dan su propio concierto.
Prosiguió el recital con Don’t get around much anymore/ Just you, just me después de una divertidísima versión de la canción del Rey Louie de El libro de la selva de Disney. El calor empezaba a hacer mella en los integrantes del grupo que, uno a uno, empezaban a despojarse de sus chaquetas y llegó la hora del tema de inicio del Inspector Gadget, una adaptación llevada al ska. La gente disfrutaba de todas y cada una de las melodías que No Reply regalaba para sus oídos y sus cuerpos, pero Alex pide que la temperatura que ellos están sufriendo sea algo más por la cercanía del público que allí se dio cita, la sala acepta sin ningún problema y todo el auditorio da ese “pasito” que se pidió. Inmediatamente después comienzan a sonar las notas de Dick Crazy y todo el auditorio se pone a bailar y a cantar, ahora sí, más cerca del escenario.
Tras tocar la popular canción Just a Gigoló y disfrutar de su puesta en escena, Alex presenta a todos los componentes del grupo, aquí llego la nota emotiva de la noche porque al dar paso a Fernando, Alex explica que es uno de los últimos conciertos y, tras un bonito abrazo, prosiguen con Bad Joke y con lo que ya es una tradición cuando vienen a tocar a la sala sevillana, unos chupitos cortesía del dueño de Malandar y con su brindis correspondiente.
En lo que vino a ser la última parte del concierto comenzaron con un Medley de canciones entre la que se encontraba el fragmento de la Cantina de La Guerra de Las Galaxias y que tras tocar fragmento a fragmento el grupo se reunía para deliberar cual sería la siguiente pieza. Para terminar deleitaron al también sudoroso público con sus Man on the roof, su versión del Tu vo fa L’americano; Walls y Bubamara, esta última especialmente rápida al final.
En definitiva un concierto de los más divertidos de los que se puede disfrutar por España y con los que el cuerpo no para de moverse, ya que el set-list está elegido para pasar un muy buen rato y si ocurre como en Sevilla, no dejar de sudar.
Ayer comenzó en el Teatro Alameda el 13º Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla con la actuación del pianista Uri Caine. En un escenario solitario, con piano Steinway en el centro y sólo adornado por luces de colores que modificaban el negro absoluto de la escena. Uri Caine se presenta ante el teatro y, sin apenas saludar, se sienta en su atípica silla del piano y comienza un repertorio por sus mejores temas y variaciones a lo largo de hora y media.
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Su interpretación fue un alarde de concentración, sólo interrumpida por los escasos segundos de aplausos que el pianista otorgaba entre tema y tema. Ofreció una visión muy personal de las grandes obras de la música clásica, desde Bach a músicos del siglo XX, pasando por Mozart y Mahler.
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Fue un concierto del jazz más intelectual, con temas en círculo que nunca perdían de vista la idea central pero que se dejaban llevar por la herencia más directa de los grandes del jazz. El oído tenía que estar permanentemente despierto y, en los momentos más inesperados, surgía otra nueva referencia a los nombres más importantes de la historia de la música.
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En definitiva, Uri Caine no defraudó a su público, que llenó los asientos del Teatro Alameda y obligó al pianista a escuchar todos los aplausos que se habían guardado durante su intensa y concentrada interpretación.
Hoy, la organización del Festival Territorios de Sevilla ha anunciado un nuevo cambio en el cartel definitivo. New Young Pony Club y Lektrono son las nuevas incorporaciones al cartel de Territorios Sevilla, debido, en parte, al anuncio de Yukek de que no podrá asistir al festival. Así, el cartel para esta edición se presenta de esta forma:
21 de mayo:Concierto de presentación
Eli 'Paperboy' Reed + La Mula
Jueves 3 de junio: Territorios África
- Escenario Tres Culturas
o Salif Keita
o Gentleman & The Evolution
o Los Delinqüentes
- Escenario Cruzcampo
o Bibi Tanga & The Selenites
o Multau Astatke & The Heliocentrics
o Soul Jazz Records Sound System
- Escenario CAAC
o Njaaya
o Jac et le Takeifa
o Da Brains
Viernes 4 de junio: Territorios Pop/Rock
- Escenario Tres Culturas
o Tindersticks
o Los Planetas
o Rinôçérôse
- Escenario Cruzcampo
o Pony Bravo
o Pantha du Prince
o Yuksek
- Escenario CAAC
o Maika Makovski
o Nudozurdo
o Vinila Von Bismark & The Lucky Dados
Sábado 5 de junio: Territorios Hip Hop
- Escenario Tres Culturas
o Morodo
o Public Enemy
o SFDK
- Escenario Cruzcampo
o Dogma Crew
o Chacho Brodas
o Dj Griffi & DJ 2D2
- Escenario CAAC
o Hiroshima Pro
o Fun Frenzy
o Flako
¿Qué os parece este cartel definitivo? ¡Recordad que siempre podéis comentar todo lo que hacemos!
Hoy arranca el 13º Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla. En esta ocasión, el nivel de artistas sube un peldaño más a lo que nos tenía acostumbrados en cada edición, que, no obstante, ya mantenían un nivel muy alto. Así, este año el Festival trae a los músicos más señeros del panorama jazzístico internacional, en tres jornadas que no hay que perderse.
Hoy comienza este edición con la actuación de Uri Caine. Este músico norteamericano, inclasificable, se encuentra a caballo entre el jazz y la música clásica y sus propuestas aportan en cada ocasión un soplo de aire fresco a muchas revisiones de los clásicos, lo que hace también imprescindible su manera de entender el jazz.
El festival continúa el viernes con el concierto de Nicholas Payton al frente de su quinteto. Este trompetista, nacido en Nueva Orleans, es heredero musical directo de las grandes figuras como Louis Armstrong, Miles David o Clarck Terry, cuyos instintos mezcla a la perfección con su propia experiencia.
Y el ciclo finaliza con la interpretación de tres grandes maestros del jazz actual, el trompetista y pianista Steve Swallow, el saxofonista y flautista Dave Liebman y el batería Adam Nussbaum.
Además, las jornadas del viernes y el sábado contarán con un broche de oro tras los conciertos en las jazz sessions a cargo del trío de Manuel Calleja en el Edificio CICUS en la c/Madre de Dios nº1. Las entradas para los tres conciertos se pueden adquirir en el mismo Teatro Alameda desde dos horas antes del comienzo, a un precio de 12 euros la entrada general y 5 euros para la comunidad universitaria.
Texto e imagen por Mila Rodríguez
Son las 9 de la noche del jueves 7 de mayo. La Sala La Imperdible se ha convertido una noche más en todo un bar de jazz para las Jazz Sessions de la Universidad de Sevilla. Toda la sala se reparte alrededor de mesas donde el público deja los vasos y las velas rojas dan un ambiente envidiable. La noche promete.
Entonces, tras el telón aún cerrado, suena la voz de Matías Comino: “El crack del 29 trajo consecuencias para el mundo de entonces…” Comienza a sonar la música y empieza el espectáculo. O Sister! se asoma a La Imperdible y, una vez más, deja con la boca abierta a los que en cada concierto apoyan este joven proyecto de recuperación del jazz. Paula Padilla pide disculpas por su alergia pero eso solo sirve para que sus compañeros bromeen con “su mala vida”. Realmente, nada de esto se nota y O Sister! sigue fiel a la perfecta afinación que les caracteriza.
Como siempre, su puesta en escena es impecable. A pesar de estar en el escenario tan solo los cuatro músicos básicos del conjunto (el trío vocal de Paula, Helena y Marcos y la guitarra de Matías), transmiten a la perfección el ambiente de los locales de jazz de los años 30. La ropa, los peinados, los zapatos…todo te traslada al momento original del jazz.
El grupo ha calentado motores por completo con ‘Roll On Mississippi, Roll On’ y esta elegante fiesta del jazz continúa con temas como ‘Shine On Harvest Moon’, ‘St. Louis Blues’, ‘Shout, Sister Shout’ o la divertida ‘Everybody loves my baby’. O Sister! cuenta con un público entregado desde el principio, pero ya pasa a formar parte del espectáculo con ‘It Don’t Mean a Thing’ de Duke Ellington, tema que abre su disco y los que les siguen conoce a la perfección.
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Este concierto entra en su recta final con ‘Sentimental Gentleman From Georgia’, con la que O Sister! hace una demostración más de su dominio de las armonías, los cambios de ritmo, los efectos de sonido y la escena, que forman su santo y seña. Quieren dar por finalizado el concierto con la nana ‘Lullaby from Broadway’, pero el público no piensa moverse sin ‘Crazy People’. Y es que esta canción trae consigo ‘el baile de la gallina’, una simpática propuesta para interactuar con el público. Todos están de pie, bailando cual gallinas cluecas y O Sister! consigue, una vez más, terminar su concierto con una sonrisa de oreja a oreja.
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Charlamos con Paula y Matías y ellos nos cuenta en qué consiste O Sister!
La Azotea de Numancia. ¿Cómo surge la idea de recuperar el jazz de los años 30, algo que os coge tan lejano?
Paula.Yo tenía ganas de hacer algún proyecto vocal con armonías de voces. Mi padre es muy aficionado al jazz y escuchaba discos de crooners y cantantes de esa época. Y así descubrí a un trío vocal que se llamaban ‘The Boswell Sisters’, con las que me quedé alucinada. Hacían cosas con las voces que me parecían muy avanzadas a su época, que aún hoy suenan sorprendentes. Ahí me picó la cosa y me dije que tenía que hacer algo así.
A. N. ¿Y cómo os juntasteis los cuatro?
P. Yo ya conocía a Helena porque cantábamos juntas en coros desde hacía tiempo. Al principio quería hacer un grupo solo de chicas, pero con la única que contaba era con Helena. Montamos canciones entre las dos y empezamos a buscar a una tercera chica. Era complicado porque los requisitos que pedíamos eran muy difíciles de encontrar, ya que tenía que ser alguien que tuviera el estilo del jazz pero a la vez estuviera acostumbrada a cantar con más gente. Y pensando nos dimos cuenta de que podíamos meter a mi hermano, porque es tenor pero con la voz muy aguda y podía hacerlo perfectamente. Probamos y quedaba muy bien. Y una vez que tuvimos un mínimo de temas montados y veíamos que la cosa funcionaba, nos planteamos las actuaciones en directo. Yo conocía a Matías por un amigo y él ya tocaba con grupos de jazz. Me dije “Ésta es la mía”, le propuse participar, le encantó el proyecto y así nos hemos tirado bastante tiempo los cuatro. Incluso el año pasado nos planteamos grabar el disco y ahí entraron Camilo y Pablo, que son los músicos que van fijos con nosotros.
A. N. ¿Cómo fue el proceso de creación de vuestro disco?
M. La mayoría de los temas los teníamos incorporados en nuestro repertorio en directo. Pero luego surgió la posibilidad y empezamos a fantasear un poco: llamar a un amigo que toca el piano, a otro que toca el violín; preguntar a gente de toca vientos y tal… Y pensamos que sí teníamos la posibilidad de meter más instrumentos, a lo mejor estaría guay meter otros temas que no hacíamos en directo pero estaba previsto que pudiéramos interpretar de alguna forma. Nos dijimos que si teníamos la posibilidad de contar con más gente, podríamos optar por la idea de meter temas nuevos.
P. Nosotros no nos habíamos planteado grabar un disco tan pronto. Nos habíamos planteado grabar una maqueta y lo del disco fue un poco que nos picó la gente para hacerlo. Fue también gracias a la gente de la revista ‘Discóbolo’, que incluso hicieron una pequeña campaña entre la gente para ayudar en la grabación del disco. Y ya que nos metíamos en un estudio, decidimos hacer algo diferente a lo que la gente ha escuchado normalmente.
A. N. La forma de grabación también fue un poco particular, ¿no?
M. Le dimos muchas vueltas a eso y al final con Jordi, el técnico, llegamos a la conclusión de que podría estar bien grabarlo como se hacía antiguamente: un par de micrófonos en medio de la sala y todo el mundo cantando y hablando a la vez, controlando las distancias al micro. Era más complicado hacerlo así pero tenía esa frescura que tenían los discos antiguos.
P. Está vivo, se oye todo. No es un disco perfecto, pero tiene autenticidad.
A. N. ¿Cuáles son vuestros básicos en la música? ¿En qué os basáis para sacar adelante O Sister?
M. Todos los clásicos, toda la música de los comienzos del jazz… Todos los grandes artístas de la época, y aparte nuestras influencias personales de cada uno. Ahora mismo sí nos sentimos un poquito más identificados con el estilo que hacemos. En un estilo como este, de swing y tal, al principio no te atreves demasiado a toquetearlo: imitas clavado lo que está en el disco porque estás aprendiendo de un estilo que no es tuyo propio. Pero ahora sí que empezamos a hacer nuestros propios arreglos y nos sentimos más cómodos y conocemos los giros que podemos hacer. Y los arreglos te suenan que pegan bien dentro de esa música. Sientes que has aprendido y estás dentro del estilo.
A. N. Y personalmente, ¿qué música no falta nunca en vuestro reproductor?
M. Bob Marley, por ejemplo, que no tiene nada que ver… [risas]
P. Sí, porque es algo que ayuda a la gente a meterse en nuestras historias. Es diferente vernos porque intentamos hacerlo bastante teatral, en el sentido de que es una música expresiva. Se trata de echarle humor, de que la gente se lo pase bien y eso pasa sobre todo en un concierto. Se establece un poco de complicidad con el público.
A. N. ¿Por qué deberían ir a veros actuar? ¿Qué buscáis ofrecer a quien os escuche?
P.[entre risas] Pues porque se lo van a pasar superbien.
Pues, lo dicho, un concierto muy recomendable. Y para muestra, un botón.