Por Carlos Gadella
Empieza el concierto, la atmósfera está oscurecida por la bajada de luces y la gente, que ha llenado la Sala OBBIO de Sevilla, empieza a sentirse embargados de un ambiente especial. De repente llega Anni, su cara inspira dulzura, y cuando sube al escenario, preparado especialmente para ella, se muestra muy cercana hablando antes de empezar su concierto.
Anni muestra todo lo que sabe de música con una defensa a guitarra de sus temas del disco Start, Restart, Undo y nos conquista a los asistentes con su tema A Sarcastic Hello; el público aplaude fervientemente a cada final de canción y consigue hacernos mover a todos con su canción Second Hand. El sonido es perfecto del binomio acústica y voz, cosa que pocos pueden decir de un artista. Continuó la interpretación y a la hora de tocar el tema originario del trío noruego A-Ha, Take on me, arrancó una sonrisa a todos diciendo que significa para ella ahora esa canción (utilizada para una conocida marca de comida rápida) y pidiendo los coros que en su versión no se hacen y a los que los espectadores no se negaron. Motorway fue uno de los más aplaudidos por la gente que asistía a este concierto casi íntimo y en este punto de intimidad, casi de estar con amigos, algún valiente se atrevió a imitar el registro de Anni en Lalala y otros tantos quedaron enamorados con Shiny days.
Para terminar recurrió a uno de sus temas en español y es que Tumbado en mi moqueta azul fue una de las canciones más cantadas de todo el recital, posiblemente por estar en español. La gente se sentía a gusto y Anni debía saberlo, pues tuvo que hacer bises después de abandonar dos veces el escenario y encantada los hizo uno de ellos quedó en un intento a capella y el otro fue su Oh I Oh Oh I.
Finalmente y tras el concierto Anni firmó autógrafos a algunos de los asistentes y se hizo fotos con ellos, lo que demuestra que aparte de ser una gran artista, es una gran persona.
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